miércoles, 15 de julio de 2015

Imprescindibles del bebé para el verano.

¡Oh! ¡Verano!


Aquí, en la costa Atlántica, que el calor achucha y la humedad hace que te sude hasta el último poro de la piel. Con ese agua azul que te corta la respiración y te blanquea los pies -del frío que da- cuando empiezas a meterte tímidamente. Esa arena fina y blanca que arde cuando vuelves a la toalla.

Pues sí, que ha llegado el verano, y este es el primer verano de Pichón en la playa. Con 18 meses, ya sé, podría haberlo llevado antes pero no sentí ninguna necesidad de llevar a un bebé de 6 meses que es pálido a torrarse al sol. Que no, que no. No lo veía.

Ahora que ya tiene 'una edad' la playa la está disfrutando muchísimo y yo con él. Además tenemos la suerte de tener playas de arena fina -Luli y Ariel, esas playas de piedras me han dado dolor de espalda- y es una maravilla verlo jugar con palas, cubos y escapando de las olas a la vez que se divierte cuando rompen en la orilla.

Hoy os traigo mis imprescindibles veraniegos para ir con bebé, que ir a la playa con un niño no quiere decir ir cargadas como mulas, pese a que la mayoría va así.



1. Una buena sombrilla.

Si no podéis aseguraros un sitio de sombra siempre será bueno tener una sombrilla a mano. Pero os tiréis a lo barato, una con protección contra los rayos solares y a ser posible de las que se puedan orientar hacia el sol según convenga. Os parecerá una tontería, pero una buena sombrilla a veces hace mucho más que una camiseta.

2. Una toalla.

Nosotros usamos una toalla maxi, de esas que caben dos adultos sobradamente y un niño a los pies. Solo esa toalla hace por dos, pero me ahorro doblar una y luego otra y hacer tetris. Una toalla grandota sirve para envolver al peque cuando está muy mojado y hay que secarlo, aunque luego a nosotras nos quede una punta seca con la que intentar quitarnos la arena.
También está la opción de que usen su propia toalla, pues a muchas mamás les molesta mucho que su toalla se llene de arena, a mi la verdad, me da igual.

3. Protección solar 50.

Un buen protector solar, por favor, ¡por favor! Da igual si el niño es muy moreno de nacimiento o es blanco como la leche, un factor 50 es lo mejor para los niños pequeños por el bien de su piel. Especialmente si nos vamos a tirar más de una o dos horas en la playa.
La crema hay que echarla media hora antes de la exposición solar y repetir cada cierto tiempo una vez expuestos.
El otro día vi cómo dos madres diferentes, una con un bebé, tuvo a la criatura media hora sin nada al sol hasta que se acordó de la crema y se la echó con mucha prisa. De verdad que sufro viendo esas cosas.
Además hay que buscar una crema solar con filtro físico y pantalla total. Nosotros usamos Pediatrics desde el año pasado y se la pongo hasta para salir al parque, igual que el año pasado que siendo bebecito se la ponía para pasear en el capazo.

4. Una muselina o similar.

Las muselinas no ocupan nada y viene genial para cuando se largan una siesta y empieza a correr el airecito, que ya se sabe que las gripes veraniegas las carga el diablo.
Nosotros usamos una mantita, su mantita. Nunca se la he usado en la playa pero sí a la vuelta cuando corre el aire y se ha quedado frito en el carro. Eso sí, se tapa al niño, nada de cubrir el carro completo con ella.

5. Agüita güena.

Hidratación ante todo. Si dais pecho pues pecho, especialmente los menores de un año. Si quiere agua pues agua, pero tener a mano algo que pueda ir tomando el rato que estemos en la playa. Nosotros llevamos la siguiente botella de la misma marca que la foto, no ocupa nada y es fácil de mantener fresquita.

6. Un piscolabis.

Algo de picar, por Dios. No sé a vosotras pero a mi la playa me da hambre cuanto más tiempo paso en ella. Hambre y sueño, no sé por qué. He puesto foto de un melón porque junto con la sandía es lo más fresquito que se puede tomar en la playa, además ya tiene mucha agua por lo que también nos hidratamos. Nosotros alternamos melón o cerezas, pero vale cualquier otra cosita que los niños coman, siempre que no se le llene de arena, que no a todos les gusta ese crugir en la boca. Puaj.

7. La cacharrada.

Esto es algo que no puede faltar en cuanto el niño sabe sentarse. Un cubito y una pala, aunque sea pequeñas, por eso de la manipulación y experimentar con la arena y el agua. Que tampoco hace falta ir cargados con un saco de cosas, con un par cuando son pequeños valen, y con dos o tres cuando son más mayores también. Nosotros llevamos cubo mediano, una pala y un camión pequeño y ya está, que tampoco hay que cargarse innecesariamente.


Yo creo que no se me ha olvidado nada, eso es lo que para nosotros es imprescindible. Ni para vientos engorrosos, ni cunitas veraniegas plegables, ni ná. Nosotros así, con lo mínimo y sobre todo...¡¡que quepa en el carro!!

¿Con qué os cargáis para ir a la playa? ¿Podríais prescindir de algo?